domingo, 29 de noviembre de 2009

Como una sonrisa Otoñal


Como una sonrisa otoñal

Inexorablemente se van, No hay otro remedio. Según mi familia, mis amigos, todos

dicen que tienen que irse, y con todo mi dolor llegó la hora de decirles adiós. Y,

tristemente, sin pena ni gloria, pese a que las echaré de menos y hasta me preocupa su

cobijo final, su infierno permanente.

Tuvieron toda mi confianza, me acompañaron siempre recorriendo a mi lado todos los

caminos de los últimos años. Pero se van, tienen que irse. Fueron en mis viajes - con su

intimidad acogedora, tierna y cálida - reposo del guerrero, juntos recorrimos las

estancias más íntimas, los rincones más secretos y soportaron mi gozo en los duros días

del invierno, fueron mi sonrisa otoñal. Pese a todo, tienen que irse, pese a su humildad

de esclavas a mi disposición. Tendré que despedirme para siempre.

Relucientes en su origen agonizan ya. mueren agotadas, sin vida. Me despido al verlas

con sus fauces machacadas, con la boca abierta en una sonrisa de otoño o mejor como

una carcajada muerta.

Así se van, viejas zapatillas de felpa de cuadros.

Pilar

2 comentarios:

  1. Es graciosísima Pilar, y muy tierna y original. Cuan cierto es que le cogemos cariño a prendas y que sentimos retirarlas.

    A mi me paso con una lavadora, la asistenta y yo la despedimos rendiéndole honores,

    Un abrazo, karla

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  2. Es un escrito que publiqué en el Concurso del año pasado del Otoño, jaja no gané premio con él pero si con el que presenté de Poesía, a ver si lo pongo aqui.

    Besos

    Pilar

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