EL RIO
Nací en los
picos abruptos de nieves eternas
numerosos
regatos, bajaban por las laderas
con aguas
cantarinas,
que al irse
convirtiendo
en aguas
caudalosas,
saltaban
por sus cascadas,
descomponiéndose
en numerosas gotas
que el
traspasar la luz
se
convertían en numerosos colores.
Todo lo que
tocaba
se llenaba
de vida, los árboles,
los campos,
los sembrados,
y las
riberas, en donde crecían
mil y una
flor silvestre,
apareciendo
como una gran explosión
de la Naturaleza.
Había
llegado la Primavera