SUBIENDOME A LA LUNA
Cogí mi escalera plegable, y con ella bajo el
brazo, y por las vías del tren
Me a cerque hasta donde estaba la Luna.
Se recortaba sobre el horizonte, parecía
suspendida no se sabe de dónde,
Blanca, enorme, apabullante.
Cuando llegué debajo de ella, desplegué mi
escalera mágica
Y empecé a subir por ella.
Era un poco cansado porque el Cielo estaba
muy arriba
Pero lo tome con calma
Mientras subía lentamente, oía una música muy
suave que me relajaba
Y hacía que el cansancio del ascenso
Fuese un poco más llevadero al no pensar en
él.
De repente, sentí que debajo de mí el suelo
vibraba fuertemente
Se me había olvidado que estaba la escalera
colocada encima de la vía de un tren
Y en aquel momento venía uno
Cerré los ojos con fuerza preparándome para
lo peor,
Pero cuál no sería mi asombro, que el tren
pasó por debajo de la escalera
Como si esta no existiera.
¿Y en realidad existía? ¿No seríamos la
escalera y yo productos de mi
imaginación?
Creo que nunca llegaré a saberlo, lo único
que se
Es que la escalera, perfectamente plegada
Está guardada en el trastero de mi casa.
Pilar