martes, 3 de julio de 2012

La chica de los ojos verdes


La chica de los ojos verdes


Tenía los ojos verdes de tanto mirar al mar
ese mar que rodeaba la gran Ciudad
Era tal el encanto que ejercía sobre ella
que era incapaz de dejar de mirarlo.
Se cubría su largo pelo negro,
con un manto del color de sus ojos
lo que le hacía más hermosa.
Era tímida, como el Sol que se asoma entre las nubes
le gustaba muy poco hablar con la gente
quizás se sentía menospreciada en un mundo de machistas.
Era Berebere, una raza venerada en el Desierto
pero la habían sacado de su entorno
y no acababa de acostumbrarse.
En el Desierto, el silencio era enorme
es todo lo que la había acompañado desde niña
y lo echaba de menos, la gran Ciudad no era para ella.
Y acabo regresando…………….



Pilar

8 comentarios:

  1. Muy bonito tu poema, y la imagen que has puesto le va muy bien.
    Un beso

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  2. La foto es de internet, y el Poema lo hice la verla.
    Yo viví en Africa 7 años, y conocí a los Bereberes y sus mujeres se suelen tapar con mantos de ese color, el de los hombres es azul fuerte, lo que les tiñe la cara de azul, y por eso se les llaman "Los hombres azules.

    Un beso

    Pilar

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  3. Simplemente una palabra GENIAL, muy bonito el poema. Felicidades. Saludos desde Conil ( Cadiz). ve mi blog

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    1. Gracias Jesus, no dudes que te visitaré.

      Un abrazo

      Pilar

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  4. Hola Pilar.
    Al leerte he recordado un libro de tiempo atrás, algo relacionado con los Beduinos Azules, nunca pensé que el color del manto influenciara en su color.
    Muy interesante bella y triste, pero al fin retornó.
    Un abrazo.
    Ambar.

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    1. AMBAR, los hombres azules, como se les llama a los Bereberes, es debido al color azul de su tez. No se lavan con agua, sino que hacen abluciones con arena, quizás por la escasez de agua que tienen.
      Son muy respetados, yo de pequeña, conocí a uno en un Zoco, y me dejó montar en su caballo, yo entonces m,ontaba, y cuando vió que sabía, me dijo que me hacía su hermana de sangre y que se lo dijese a cualquier moro para que me respetaran.
      Estuve muy orgullosa durante muchos años de eso.
      Despues me regaló un colgante de plata para que le recordase, y aún lo conservo.

      Un beso guapa

      Pilar

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  5. Muchas gracias Juana, me encanta conocerte porque aunque te llevo un montón de años, pienso igual que tu en muchas cosas.

    Un abrazo, me haré seguidora de tu blog

    Un abrazo.

    Pilar

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