OTRAS COSAS

OTRAS COSAS



Sol, aire, mar, arena, agresivos y tiernos llenando todo el espacio.

Cuerpos indolentes sobre la arena blanca.

De repente, un rayo de Sol se posa sobre mis ojos, cegándolos y al mismo tiempo calentando mi espíritu.

El agua, temblorosa, se acerca a la orilla, como pidiendo disculpas por mancillar su arena. La besa amorosamente, la acaricia y se retira quedamente.

En un momento dado, parece que se enfada y se eleva majestuosamente, ¡!hace valer sus derechos ¡!, destrozando todo lo que toca, pero al poco tiempo, como arrepentida de su hazaña, vuelve a ser mansa y tranquila.

Cuando el Sol va cayendo por el horizonte, todo se tranquiliza, las gaviotas, como por arte de magia desaparecen, nadie sabe dónde se meten por la noche, es como si quisieran guardar el secreto de su domicilio.

Las luces de las casas se van encendiendo como de mutuo acuerdo.

Dirijo mi mirada al Cielo, y veo la Estrella de la noche, reluciente, brillante – Sirio -, dicen que la confundieron con la Estrella de los Reyes Magos, yo más bien pienso que es pura fantasía, pero sería bonito que así fuera.

Poco a poco, la oscuridad va aumentando y mis ojos se cierran con la versión tranquila del Universo en movimiento.