martes, 23 de febrero de 2010
ELEGIA A UNA SOMBRILLA
Adiós amiga, compañera de fatigas.
Un día te vi aparecer en la Playa y comprobé que éramos como dos gotas de agua.
Nuestros respectivos dueños, eran amigos y nos colocaron una al lado de la otra. Desde entonces nos convertimos en dos inmensos ojos verdes que todo lo vigilaban.
A nuestro amparo, durmieron bebes, propios y extraños, mayores, niños que jugaban a la baraja, cuentacuentos infantiles, como es el caso de mi dueña.
Hemos aguantado los vientos fuertes de las mareas, los rigores del sol tórrido de algunos años y en alguna ocasión, la lluvia inoportuna.
Ahora, ya cumpliste tu misión y me hubiese gustado, amiga y compañera, que hubieses tenido un entierro más digno, y no un putrefacto contenedor de basura, con cáscaras de langostinos y algún que otro hueso del caldo.
Pilar
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Me encanta este escrito! Ya lo había leido anteriormente y, sin dejar de ser entrañable, tiene un punto divertido cuando haces referencia a las cáscaras de langostinos y los huesos del caldo!
ResponderEliminarHay que ver cuanto se puede contar de cosas, a veces, que parecen insignificantes, no?
Un abrazo, guapa1
Núria
Eramos don amigos con 2 sombrillas iguales y llamaban la atención porque en la playa nos ponemos juntos, pero se rompió una y se me ocurrió esto jaja.
ResponderEliminarUn beso Nuria.
Pilar
Es entrañable tu artículo, sobre todo porque en ocasiones tiramos cosas que nos han acompañado durante muchos años.
ResponderEliminarYo, a lo largo de mi vida, he hecho muchos traslados, y lo que más me costaba, era tirar cosas que lógicamente no me iban a servir, cuesta trabajo, la verdad.
ResponderEliminarUn beso Ches
Pilar
Muy buena tu elegía...
ResponderEliminarLa pobre, después de tanto como pasó...Al contenedor.
Un beso.
Gracias Sak guapa, era curioso ver las dos sombrillas juntas iguales, no es el caso de la foto, pero en la realidad era así y parec
ResponderEliminarían dos ojos verdes jaja.
Un abrazo
Pilar