LA MUERTE

Muerte



La muerte se iba acercando lentamente a la aldea, sin prisa, sin acelerarse, al fin y al cabo, lo tenía todo cerca de su guadaña.
Antes de haber entrado, la aldea ya olía, era un olor especial, penetrante, ácido. El que conoce la muerte, sabe de ese olor característico.
Dicen que había sido como consecuencia de un extraño virus, que había traido un extranjero que veía de un pueblo lejano de Sudáfrica.
Tenía que salir de allí, casi no tenía tiempo de hacerlo.
A la hora de coger algunas cosas para el viaje que me esperaba,dudé sobre qué llevarme:no quería que mi equipaje me estorbase para el largo camino.
Cogí un libro al azar de la librería del pasillo, una linterna, un bloc y un lapicero para escribir.
También cogí agua para el camino y ropa de abrigo, pues hacía frío...
De repente, oí un ruido tremendo en la puerta de la casa, no me atrevía a mirar, tenía mucho miedo. El ruido cada vez era más fuerte, la saliva no bajaba por mi garganta, y un temblor y sudor húmedos bajaban por mi espalda.
Cerré los ojos con fuerza, como queriendo aislarme de todo……………
Desperté. ¡todo había sido un sueño!


Pilar