La noche envolvía mi ser,
estaba triste y decaída,
el mundo se me venía encima.
De repente, por el, horizonte,
empezó a asomar una enorme Luna.
Era la Luna llena,
a la que tanto
habían cantado los Poetas.
Su luz me inundó, me cubrió toda
fué como un bálsamo para mis penas.
Me di cuenta
de que mi depresión se iba,
desaparecía.
Su luz, llenó de dulzura y calor mi corazón.
Ese día, me volví su adoradora.
Pilar
Es una prueba
ResponderEliminarQue fotos.... estupendas...
ResponderEliminarMe gusta lo que escribes, lei la prosa en el foto enhorabuena
Pilar15