domingo, 28 de marzo de 2010
LA MUÑECA ROTA
La muñeca rota
Era una casa con una gran familia, el matrimonio y 5 hijos, 4 varones y una niña.
Era traviesa y muy mimada por sus hermanos, entre ellos, la consideraban como su mascota.
Era una casa de no demasiados recursos, los juguetes que había en ella, eran casi todos de chicos, una espada de madera, una escopeta de cazador, un gran camión con remolque, donde metían a la niña, y con gran peligro para su integridad, la lanzaban hacia abajo por las calles empedradas del pueblo.
Un día en que se celebraba una Feria, al término de ésta, los 5 hermanos fueron a dar una vuelta por la zona, casi siempre encontraban algo servible, de lo que dejaban abandonado los feriantes.
Entre un montón de bolsas de plástico vacías, la niña encontró una muñeca rota, seguramente la habían dejado abandonada precisamente por eso.
Pero a la niña le pareció preciosa, nunca había tenido nada igual, y decidió que ella le devolvería la vida….Y se puso a la obra.
Lo primero, fue lavarla bien, y hacerle un vestidito con la ayuda de su madre. Le hizo unos pantalones cortos, pues se acercaba el calor, y una blusa muy graciosa, ya parecía otra.
Uno de sus hermanos, que era muy mañoso, le dio unos retoques a unos pequeños agujeros que tenía en la cara, los cabellos se los recogió en una cola de caballo.
Pero quedaba lo peor ¡¡Le faltaba un ojo!!, ¡¡Era tuerta la pobre!!, ¿Qué podía hacer?
De repente recordó que había leído en algún cuento, que había una princesa que era muy guapa y también era tuerta y llevaba un coqueto parche en el ojo que le faltaba y que la embellecía más, así que cogió un trocito de seda azul y le puso un bonito parche Atado con una cinta dorada.
Aquélla muñeca despreciada por los feriantes, se convirtió en una hermosa princesa en manos de una niña feliz.
Pilar
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aaaayy amiga Pilar que historia más bella y dulce que me emocionado leyendola he recordado mi bonita niñez mi madre su pasion eran las y yo tan feliz y siempre estaba yo rodeada de lindas muñecas y mi madre y yo nos poniamos a coser y le hacimos las ropitas y si veiamos alguna muñeca rota y tirada la recojiamos y si le faltaba alguna piernita o bracito incluso de trapo se la haciamos y se lo rellenabamos con una esponja luego le haciamos unos pantaloncito y sus manguita larga y sus patuquitos, muchas gracias amiga Pilar por regalarnos tan tierna historia, un abrazo cariñoso de Lola.
ResponderEliminarMe alegro Lola te trajese buenos recuerdos. En otros tiempos las niñas cuidábamos mucho de nuestras muñecas, pues no era como ahora, que tienen de todo, antes estábamos muy limitadas, aunque tu eres mucho más joven que yo, jaja
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo
Pilar
Mi hermano (ya de pequeño se le veía venir...) metió la mía en el enorme barreño donde mi madre dejaba las sábanas en lejía. Ni te cuento lo que quedó de la pobre muñeca.
ResponderEliminarMuy tierna tu historia. Me ha encantado.
Un abrazo.
Los niños son terribles con los juguetes del sexo opuesto jaja, eso era bastante normal.
ResponderEliminarUn beso Ches
Pilar
Me encanta la muñeca rota...
ResponderEliminarUn beso.
Con los ojos del amor lo feo se transforma en bello. Y más si esos ojos son los de un niño.
ResponderEliminarBonito relato, Pilar.
Un abrazo!
Núria
Un beso Nuria, gracias por venir
ResponderEliminarPilar
SAK, me encanta que te guste.
ResponderEliminarDonde vivo, hay muchos mercadillos y los gitanos dejan de todo, por eso se me ocurrió.
Gracias y muchos besos
Pilar