lunes, 7 de diciembre de 2009
Conchas de plata
CONCHAS DE PLATA
Hoy la mar se ha vestido de conchas de plata.
El aire Norte, seca todo, seca hasta el corazón,
Los juncos se doblegan como rindiéndole pleitesía.
Las ramas de los árboles, emiten un susurro, a veces, acariciante, otras, que da miedo oírlos. Los grandes árboles, los robles, los castaños, se llenan de gorriones que se refugian entre sus ramas, escapando del vendaval, por miedo a que pueda con ellos.
Siempre hay algún pequeño pájaro que se enfrenta al viento, quedando suspendido, es como mágico, no se cae, el viento lo sujeta. Debe ser divertido el juego, pues al poco rato, se le unen unos cuantos pajarillos más, para imitar al primer pájaro que fue el que tomó la iniciativa.
El frío es intenso, a pesar de eso, las gaviotas se bañan como si nada.
Ufffffff, me meto para dentro so riesgo de quedarme como un témpano.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Mª Pilar, leyendo tu escrito me ha invadio una sensación de calma y tranquilidad para el espíritu...
ResponderEliminarYo hubiera hecho lo mismoq ue tú...meterme dentro!
La Naturaleza está para disfrutarla con los cinco sentidos...aún a riesgo de quedarse hacha un témpano, como dices...
Me ha gustado mucho! Y la fotografía, preciosa!
Un abrazo!
Núria
La verdad es que la foto es bonita
ResponderEliminarMe alegro que te haya servido de bálsamo, que buena falta te hace guapa.
Un beso
Pilar
Querida Pilar he tenido problemas en el ordenador y no he podido entrar en unos días, pero encontrar este escrito tuyo, ha sido un bonito comienzo. Me ha encantado, la descripción es tierna y exquisita. Un abrazo cariñoso de karla
ResponderEliminarGracias Karla, por venir a esta mi casa y la tuya.
ResponderEliminarUn beso
Pilar
Estoy dando un paseo por tu blog y hasta ahora todo lo que he visto, me ha parecido fantástico.
ResponderEliminarMe alegro mucho que te hayas incorporado al mundo del "blog" y estoy convencido que este espacio de comunicación que acabas de crear, será todo un éxito.
Ya sabes que cuentas con un seguidor más.
Un abrazo
Jorge.