EL MUCHACHO

EL MUCHACHO


Caía la tarde, el sol se iba metiendo por el horizonte y de repente, aparecieron unas inoportunas nubes,
empezando a descargar su fría lluvia.

El chico, con aspecto de marroquí, se intentaba refugiar debajo de un pequeño alero de un edificio, de la
fina lluvia.

Hacía mucho frío, por medio País estaba nevando pero en esta zona, al estar al lado del mar,
la temperatura era un poco más templada.

Nadie sabía de donde había salido el muchacho, yo llevaba viéndole varios días, y siempre,
a la caída de la tarde.

De un bar cercano a donde él estaba, le
sacaron una silla para que se pudiera sentar, y una
vieja manta, para taparse de la lluvia.

Yo le dije, que allí no se podía quedar, qué con el frió y la lluvia se quedaría entumecido.

Me contesto. ¿No se preocupe de mi Sra.? estoy acostumbrado a estar a la intemperie

por la noche, no tengo donde ir.

Le pregunté que qué hacía por esta zona, y no me lo quiso decir.

Al día siguiente, volví a verlo y entonces comprendí lo que hacía: Estaba fumándose
un porro en compañía de otros chavales de su edad, que se dedican a
estos menesteres en sus ratos libres.

Ayer me dijeron, que en una recta que hay cerca de aquí, se estampo un coche de
estos pequeños de gran potencia, donde iban varios amigos, entre ellos el muchacho
marroquí.

!!!Amigos para el vicio, amigos para morir!!!

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Pilar