sábado, 31 de julio de 2010
A UN ENTRAÑABLE AMIGO
A UN AMIGO ENTRAÑABLE
Mírame, no hace falta que estés detrás de mi para ayudarme
Háblame, pero no me grites, no estoy sordo, quizás esté distraído a veces
Si quieres hacerme un favor, sé mi amigo
No me mires con pena, yo tengo todo muy asumido y soy feliz a mi manera.
Cuéntame tus vivencias, cuando salgas por ahí con amigas
yo no puedo tenerlas, pero me gusta sentirlas a través de ti.
Me harías un flaco favor, si pensando que me haces daño
no me contaras esas cosas,
no me hicieras participe de tus amores, tus temores,
¿por que sabes una cosa?, son iguales que los míos.
No pienses que por estar aquí, no estoy al día de ciertas cosas,
quizás, al tener que estar precisamente aquí, tenga más
tiempo que tu para adquirir unos conocimientos que necesitan
de relajación y estudio.
Quisiera que comprendieses, que a pesar de todo
y ante todo, se es siempre persona,
y como tal me tienes que valorar.
Por eso te digo, no me mires con los ojos de tu cara,
mírame con los de tu alma y tu corazón.
Se mi entrañable amigo.
Este relato, va dedicado a todos los que por un motivo u otro, están sentados en una silla de ruedas, en especial para Antonio, que tuvo de pequeño una parálisis infantil y es un gran amigo
Un abrazo
PilaR
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Hola Pilar, sencillamente fabuloso.
ResponderEliminarOjalá todos lo comprendieran como tu.
Antonio tiene suerte de tenerte como amiga.
Un abrazo
Mírame con los ojos del alma y del corazón. Es allí donde reside la belleza del ser humano. Y un amigo es un tesoro.
ResponderEliminarAbrazos.
Hola Anamorgana, tu lo entiendes mejor que nadie, graciñas por tu comentario.
ResponderEliminarUn beso
Pilar
Es como hay que mirar a un amigo, con los ojos del alma.
ResponderEliminarUn abrazo amiga
Pilar
Sabias y sentidas letras, asi son los amigos los ojos del alma.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Ashia por tu comentario. Tienes razon, a los amigos siempre hay que mirarlos con los ojos del alma
ResponderEliminarUn abrazo
Pilar