viernes, 30 de abril de 2010

LA PUERTA DEL HORIZONTE



CUADRO DEL PINTOR LUIS G-ROSALES

LA PUERTA DEL HORIZONTE


Las gotas de lluvia resbalaban por mi rostro mezclándose con mis lágrimas, que caían quedamente, de forma suave sin apenas sollozo.
Decidí salir, a pesar de la lluvia, porque la angustia me atenazaba el alma, necesitaba ver las pequeñas cosas que me rodeaban que son las que normalmente me ayudan a levantarme cuando estoy apenada.
Poco a poco, esa lluvia, no excesivamente fría, iba lavando mis pensamientos, haciendo que me relajase poco a poco, dándome una sensación de frescura y tranquilidad.
La atmósfera se iba limpiando como mi alma, los árboles se veían más nítidos, sus verdes hojas, brillaban como si las hubiesen pulido, y todo eso me resultaba muy beneficioso.
Casi sin darme cuenta, me fui alejando demasiado de mi casa, pero no sentía necesidad de volver, así que me fui por la Puerta del Horizonte.

Pilar

3 comentarios:

  1. Que la puerta sólo es puerta
    y la ventana, ventana
    que tu pena caiga al otro lado
    como petalos de lirio...
    y después regresa.

    Un abrazo. Los de marpin y la rana.

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  2. Veo trsiteza en tu escrito, Mª Pilar...
    Vé hasta la Puerta del Horizonte, pero regresa, porque el horizonte está para que lo miremos de lejos y nunca lo podremos alcanzar...
    Al otro lado de la Puerta, aquí, tienes personas que te quieren.
    Un abrazo enorme, guapísima!
    Núria

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  3. Os prometo a los dos que no me marcharé del todo jaja.

    Un beso

    Pilar

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