BANCOS DEL PARQUE
Bancos del Parque, testigos mudos, de mil y
una historias.
En ellos, encuentran cobijo los adolescentes,
con enamoramientos eternos, que duran a penas unas horas.
El llanto de la mujer abandonada y rota,
tratando en su soledad, de curar su herida.
Los arrumacos, y algo más, de los mayores, de
cabezas pintadas de canas, en donde solo pretenden ocupar los ratos efímeros de
la corta existencia que les queda por vivir.
Son visitados también, por los gorriones del
Parque, posando sus delicadas alas en un descanso de su vuelo, en su emigrar a
otras latitudes.
Hoy pintados de verde, y a veces se confunden
con el follaje que les rodea.
Al atardecer, suelo sentarme en uno de ellos,
de cara al mar, y me parece oír entre susurros, las múltiples historias vividas
por ellos.
Se podría escribir un libro inacabable, con
las cosas contempladas por ellos.
Pilar
Tienes razón querida Mª Pilar, son testigos mudos de tal cantidad de historias que el libro de sus relatos sería inacabable.
ResponderEliminarBesos
Feliz Año Maria, un abrazo
ResponderEliminarPilar
Mi querida Mª Pilar, cuánto tiempo sin vernos por aquí, pero nunca es tarde.
ResponderEliminarMuy cierto que los bancos guardan muchas historias, unas hermosas y otras muy tristes, pero siempre nos dan un respiro en nuestro andar en la vida.
Ya me la imagino sentada frente ese mar tan bello y que estos días pasados andaba muy enfadado.
Le dejo un beso de ternura.
Cuanto me alegro de verla por mi humilde casa virtual, la que tengo un poco abandonada, pero que de vez en cuando vengo. A veces, aunque no escriba, la sigo en el Facebook y siempre me gusta leer lo que pone.
EliminarYo estoy pasando una temporada rara, con un hijo que tiene un infarto detrás de otro y siempre preocupada, pero bueno, con la ayuda de Dios voy superando todo.
Un cariñoso abrazo con todo mi cariño
Pilar