sábado, 14 de abril de 2012
DESLIZÁNDOME (R)
DESLIZÁNDOME…….
Cogí mi vieja barca y me deslicé por las aguas mansas de la Ría, en esa hora de la duermevela, o bien llamada la siesta. El ambiente estaba muy tranquilo, era fin de semana y los pescadores en esos días no salen a la mar, es el momento ideal para darse un paseo, incluso para amarrarse a una de las numerosas bateas de mejillón que hay en la zona y descabezar un sueñecito en un sitio espectacular, rodeada solo de agua y algunos peces que se acercan a la barca.
Aunque las aguas están muy tranquilas, hay un pequeño balanceo que invitan al sueño y poco a poco, me voy deslizando por el bancal de la barca hasta quedar completamente tumbada, mirando a un cielo limpio y azul, sin ninguna nube que lo apague.
El sol contribuye al descanso, no es fuerte, pero si calienta lo suficiente para no sentir el frío de las aguas.
Al cabo de un rato, estoy completamente dormida y sueño… los murmullos que surgen del fondo de las aguas, son como secretos escondidos en ellas que quieren aflorar y aprovechan que no hay nada que les estorbe.
Hay la historia de una barca con una pareja que salen a contarse sus amores, un marinero con su nieto enseñándole a montar un anzuelo en la tanza, los gamberrillos que con sus tablas de surf asustan a los bañistas, en fin, un montón de murmullos correspondientes a otras tantas conversaciones en esa zona.
Pilar
Casi sin darme cuenta, la luz del sol se fue ocultando por el horizonte y eso me hizo despertar, había pasado una gran parte de la tarde sin apenas haberme dado cuenta, sin embargo, mi espíritu estaba tranquilo, una gran serenidad me embargaba cuando poco a poco, me fui deslizando hasta el puerto, para que mi barca descanse lo mismo que yo,
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Bonito relato Pilar. El mar lo tengo a pocos metros,el día está radiante, algunos bañistas se animan aun siendo otoño, te imagino en una de esas barcas que están amarradas en puerto.
ResponderEliminarBesosss.
Me alegra que te gustase, yo tambien vivo encima de la mar, tanto, que cuando hay un poco de temporal las gotas salpican mis cristales.
ResponderEliminarPor cierto ¿Cuál es tu blog? me gustaría visitarte
Un besazo
Pilar
Bonita y original forma de ir a echarse una siestecita.
ResponderEliminarA mí, el balanceo de la barca, me marea, soy un caso.
Hace años me mareaba con todo, hoy, será por los años que ayudan a superar muchas cosas, puedo viajar en coche y disfrutar del trayecto, es todo un triunfo.
Tú eres una privilegiada, ves el mar desde tu ventana.
Te dejo un fuerte abrazo.
Kasioles
Gracias Kasioles, yo no suelo marearme aunque esto como comprenderas no es real, pues en este tiempo lo que pasaría es que me pelaría de frío.
ResponderEliminarTenemos mar de fondo con vientos fuertes, parece que ha llegado el invierno jaja
Un abrazo
Pilar
La barca de la foto es auténtica, está en el muelle de Sanxenxo y en ella comen las gaviotas, alguien les deja un montón de mejillones en ella.
Le miro y me quedo con los ojos abiertos sin pestañear, es soberbio envolverse en él, inmenso, tan inmenso y tan enigmático que parece que te llama.
ResponderEliminarQue estupenda experiencia la que tuviste, como cuna una barca, como balanceo la madre mar.
Un abrazo
Dormir la siesta en una barca, o amarrada a una batea de mejillones de las muchas que hay en la zona, es una gozada, acompañada de una hija que es la que rema, lo hemos hecho muchas veces.
EliminarUn beso Soledad
Pilar
Balanceo de olas, mientras el pensamiento vuela. Cielo y mar en un solo corazon.
ResponderEliminarPrecioso como tú, querida amiga.
Un abrazo.
Marpín y La Rana
Amigos, el balanceo de las olas, emborracha un poco y hace que la imaginación vuele.
EliminarUn cariñoso abrazo
Pilar
Hola Maria Pilar !!!
ResponderEliminarHe visto tu comentario en el blog de tu marido y me he venido a conocerte.
Encantada de acercarme a tu casita , me ha gustado mucho asi que por aqui me quedo con tu permiso.
Besinos linda.
No sabes lo que me gusta que vengas a mi blog, yo te visitaré en justa correspondencia.
EliminarUn beso guapa
Pilar
Un bello instante en el que nos mezclamos con el inmenso mar,Pilar.
ResponderEliminarTu cuento me gustó ,me hizo sentir bién.
Un beso enorme y mi abrazo.
Me alegro que te hiciera sentir bien, para mi es una gran satisfacción, ya sabes cuanto te quiero.
EliminarUn beso
Pilar
Mi querida Pilar, me alegra mucho que puedas disfrutar esos sencillos y hermoso placeres que brinda la vida, que son gratis y que muchos de nosotros estamos muy lejos de poderlo hacer.
ResponderEliminarEstos dias con el nacimiento de mi nieto he visitado menos y aun voy bastante retrasada, pero todo a su tiempo.
Un abrazo
Ambar.
El nacimiento de un nieto, es uno de los acontecimientos más importantes de una vida, y más siendo tan guapo como el tuyo.
EliminarAhora solo tienes que ocuparte de él, ya verás como se te cae la baba.
Un beso abuela
Pilar
Hola Pilar, buenas tardes, un placentero paseo, yo le pondria de titulo: relax entre aguas marinas" que maravilla, a mi me gusta mucho la mar pero me da miendo de las aguas profundas, así que he leido tu relato muy atentamente, Pilar ando con el tiempo que me faltan horas al día, últimamente no puedo visitar como a mi me gusta, espero que los amigos/as me disculpen, te dejo un abrazo lleno de luz para ti, gracias por compartir tantas cositas bonitas en tu blog. Besos.
ResponderEliminarLola.
Gracias amiga Lola, y más porque se que andas liada y es de agradecer que vengas a verme.
ResponderEliminarYo tambien ando un poco liada con mi salud y llena de pruebas, pero el meterme aqui y ver a los amigos, me quita hasta los dolores.
Un besazo amiga
Pilar
Que bonito Pilar!!
ResponderEliminarMe ha encantado esta sensación que con tus letras me dejó como a ti muy relajada...
Suave he sentido este texto.
Un abrazo.
Casi todo lo relacionado con la mar es relajante, salvo en los días como el de hoy, que está enfurecido, con olas del tamaño de un edificio de 5 plantas.
ResponderEliminarEs impresionante, me lo contaba esta mañana un marinero que tuvo que regresar a puerto por miedo a desaparecer.
Un abrazo
Pilar