LA MUCHACHA

La muchacha

A la luz de la luna, se recortaba su silueta sobre el horizonte.
Era rubia, y su melena le caía en cascada sobre sus hombros.

Sus ojos claros, miraban con tristeza hacia las aguas turbulentas.

El chico, la miraba desde lejos, sin atreverse acercarse por si
ella se asustaba.

Así un día, otro y otro,
se fue enamorando poco a poco de aquella silueta.

Un día, llego y ella no estaba.
Se acerco a la roca donde normalmente se sentaba
y empezó a buscarla.

Al cabo de un rato, la vio venir encima de una ola.

Ella le miro sonriente y le invito a que la siguiera,
le dijo que no tuviese miedo
que con ella no le pasaría nada.

El chico, se incorporo y dándole la mano,
se adentro con ella en la mar.

A los pocos días, el cuerpo del chico



Pilar

Cum Laudem

Cum Laudem



Siempre iba sola, rara vez la he visto acompañada, debe tener alrededor de 50 años

su aspecto es extravagante, aunque no desaseada.

Según me dijeron, se hace ella su propia ropa.

Tan pronto la ves con un abrigo que le arrastra, de color de rosa,

como envuelta en un chal de guipur, rodeándole la cabeza y el cuerpo

a modo de sari indio.

No suele meterse con nadie y la gente tampoco lo hace con ella.

Si ve un grupo de marinos, se vuelve loca, y les para diciéndoles

que es la viuda de un almirante muy famoso.

Si son chicos jóvenes y desconocidos, se lo suelen creer

y hasta se "cuadran" en plan militar, lo que le llena de gozo.

-Tienes que tener cuidado, te veo mucho por la calle y no sabes el peligro que corres.

¿No sabes que nos han invadido los marcianos?

Esos chicos altos, de ojos azules y trajes negros, que dicen ser mormones,

en realidad son marcianos, que vienen a absorber nuestras ideas y conocimientos.

Así que, no dejes que te miren fijamente a los ojos, pues es el método

que utilizan para llevar a cabo sus propósitos-

Entonces le pregunté que quien era, y me contestó

enseñándome un papel arrugado que llevaba en el bolsillo del abrigo;

-Soy la Duquesa de Alba, Marquesa de las Altas Torres, Baronesa de X etc.

Total, una retahíla de títulos nobiliarios que seguramente habría sacado de una enciclopedia.

A los pocos días, volví a encontrármela, y entonces fue ella quien me pregunto,

y al decirle yo que era la Condesa de tal, se copio un enfado tremendo, pues

me dijo que le había robado un Titulo y eso no s e lo consentía a nadie,

ni siquiera a los marcianos. Que ya no volvería a advertirme más de ningún peligro

y que dejaba de ser mi amiga.

Entonces pregunte quien era, y me dijeron que era una Licenciada en Historia

y que había hecho su carrera con premio Cum Laudem.

A continuación, perdió la cabeza.

Esto es una historia real, el personaje existe, vive en mi Ciudad.



Pilar

LA REGATA

LA REGATA


Comenzó la mañana blanca. El sol hace del mar espejo de plata azul. Otro mar de sombrillas multicolores ocultaba la arena. La Flota del Náutico ensayaba bordadas, ajustaban ceñidas, arriesgaban largos, con velas tensas esperando el cañonazo de salida.

Dueños de la orilla, los niños. Lo demás, un abandono de esculturas en bikini. Minúsculo antifaz de colorines, doseles del mejor de los oficios. Dos mariposas en vuelo sostenido, forrando del busto su hermosura y de los pies a la cintura, un monóculo de trapo por vestido. Venturoso triángulo que en ansia de tapar lo deseado, resulta tan escaso, tan ceñido, que enseña más que cubre lo vestido. Tres parches de pirata en el estío.

A la sombra del chiringuito, dos amigos:
--Una las alza inhiestas como el ciprés de Silos.
--Otra las lleva tan puntiagudas que el viento las rodea.

Dos señoras en mesa contigua:
--Estos hombres no saben hablar de otra cosa
--Mira en que se fijan. Son todos iguales.

En la playa corrillo de cotilleo la costura. La de la Fonda, muslos rebosantes, especialista en ganchillo malediciente mandón. Siempre a su lado, la viuda alegre – gafas en la nariz, ojos de camaleón lengua viperina risa de hiena– profesora del punto y con arte culinario para crear la paella que se hace en tres días. Enfrente, la trepa vendedora de flexos por catálogo, chuleando a su yerno apartamento, mesa manteles. Miss verano del 40 resistiéndose a olvidar sus viejas glorias.

La voluble Presidenta del Club, recibe el descarado mimo de todas, Cerrando el corro – chatarras y bisuterías – una se hace la manicura, otra se depila-con la natural elegancia y discreción -, embadurnadas en cremas ríen las gracias inventadas en la capital de toda la vida.

Los caballeros continúan :
--La que más me gusta tiene las dos abiertas al aire.
--Yo prefiero las dos pequeñas que apenas se agitan.

Las señoras disimulan:
--Mira ese chico de la tercera mesa ¡que manera de comer!
--No me extraña, con esa pinta .

Los caballeros:
--Hay alguna que embridan al compás.
--Otras en cambio, quedan como escoradas.

Las señoras estallan:
--Señores, basta ya de groserías.
--Un caballero responde sorprendido.
-No comprendo su indignación, Señora, nosotros hablamos de las velas. .

Una gaviota compone puntos suspensivos cortando el viento a la hora de la regata.


pILAR

El Paseo

El paseo




Empieza a anochecer, los montes de enfrente se recortan sobre el cielo azul, no hay ni una nube.
La tarde invita a pasear, son las horas más tranquilas del día.Sacudo mi pereza y salgo a la calle. El aire es fresco pero no frío, y viene bién para espabilar un poco la mente.
Inicio el paseo, por un camino que suelo frecuentar, está en la mitad de la ladera de un monte, hay muchas casas de conocidos, que siempre me saludan con amabilidad.
Hoy es diferente, no hay nadie y en un tramo del camino, aparece una extraña nube, como de niebla. Nunca había visto nada igual.
No sabía que hacer, si adentrarme en ella, o dar la vuelta prudentemente y regresar a la seguridad de mi casa, pero me picaba la curiosidad y decidí seguir adelante.
Me introduje en la nube, y todo cambió. Allí estaba Rosa, la que cuidaba una oveja enorme, que nos despertaba a todos con sus balidos, también estaba Manuel, mi amigo, él me ayudó a elegir el eucaliptos, que serviría de palo para la vela de mi dorna, también estaba María, una señora mayor que nos hacía unas rosquillas riquísimas.
Lo curioso de esto, es que esas personas no me reconocían, pasaban por mi lado con la mirada ausente, sin decirse nada unos a otros.
No sabía que hacer, por otro lado, había demasiada claridad para la hora que era.
Aquello, cada vez me asustaba más, intenté preguntarle a Manuel por el camino, se me quedó mirando, sin verme, y no me contestó.
Comprendí, que no se porque misterio, había traspasado el umbral de la muerte.
Di marcha atrás y a toda velocidad, salí de la nube.
A pesar de la oscuridad de la noche, sentí un gran alivio al levantar mis ojos al cielo y ver las estrellas que brillaban en él.
Llegué hasta mi casa y cerré todas las ventanas, tenía miedo de que aquélla nube me siguiese y viniese a por mi.
Hace dias de esto, y cuando salgo a pasear, no he vuelto por ese camino por miedo a verme atrapada sin remedio.

Dentro de mi ......

Dentro de mí


Dentro de mí, escondo las ideas
que no quiero compartir con nadie,
a veces son difusas y oscuras,
atormentan mi cerebro,
se entrelazan, se separan,
se meten en la profundidad de la mente.
A veces pienso:
¡¡¡Sí las compartiese!!!

Premio

Sor Cecilia, nos ha concedido el premio de los 500 seguidores y yo me lo traigo al blog con todo cariño.
Graciñas Sopr Cecilia y que Dios la cuide siempre para el bien de todos

Un cariñoso abrazo

Pilar

COSTA DE LA MUERTE ( FINISTERRE)

Costa de la muerte



En los acantilados, en las noches de invierno, y con temporal de Sur, se escuchan gemidos y lamentos que hielan la sangre.
Hace ya muchos años, en la época de los Vikingos, en aquellos acantilados había unos enormes arcones colgados de las rocas con cadenas, a los que sólo se podía llegar desde la mar.
Cuando los barcos de pesca estaban en campaña y tardaban en regresar a sus casas, más de 6 meses, y se moría alguno de los marineros, los depositaban allí y volvían a recoger sus restos al final de la campaña para darles sepultura en su tierra natal, o los enterraban en una playa cercana que hay en la zona, al pie de un Tótem de piedra.
Dicen los marineros, que los lamentos que se oyen, es debido a que algunos de los allí depositados no fueron recogidos para ser enterrados en tierra y sus almas andan vagando por los acantilados para llamar la atención de los barcos que por alli pasan.
A aquella zona se le llama Costa de la Muerte y está en Finisterre, nombre que le dieron los romanos pues pensaban que allí se terminaba el Mundo.


Pilar

LA LUNA SE MARCHÓ........

LA LUNA SE MARCHO

La Luna se marchó detrás de una estrella fugaz
deslumbrada por la estela de luz que dejaba
sin darse cuenta de la oscuridad en la que quedábamos.
Su camino resultó infructuoso,
pues las estrellas fugaces, desaparecen por el horizonte
sin dejar rastro, escondiéndose.
Vuelve Luna amiga, que la estrella
seguramente irá a cumplir algún deseo,
de un Alma que la vio cruzar el espacio.
Nosotros te necesitamos
para poder seguir tu estela,
y que ilumines las negras noches y nuestros
pensamientos.

HOLA A TODOS

Estos días pasados, no entré mucho por aquí y os contesté a todos en cxonjunto, debido a los reconocimientos Médicos a los que me vi sometida.
A Dios gracias, me han dicho, que estoy totalmente curada del cancer de pulmón que tenía hace más de un año. Todavía los efectos de la última quimio, me durará del orden de un mes, pues ahora que he terminado el último ciclo, es cuando te cuentan que la parte peor es del 7º al 15º día, y eso empieza hoy, pero bueno, con la otra noticia, todo es soportable.
Os he dado la lata mucho contándoos lo que m,e pasaba, pero me sirvió de mucho compartir con todos los de mi alrededor lo que me pasaba, pues pìenso que no hay que tener miedo a ciertas palabras, y los amigos y familiares sirven de muichísimo, así que mi agradecimiento a todos por haberme aguantado estos meses.
Ahora a tratar de olvidar esta fase de mi vida y empezar a hacer lo que siempre hice, caminar, salir, leer, escribir y estar a vuestro lado.

Graciñas a todos, os quiero

Pilar