SOLITARIO

Solitario


Lo vi de lejos, estaba sentado en el borde del agua, sobre una roca, Lentamente fui acercándome a él, pero

comprobé que no se daba cuenta de mi llegada, tan absorto estaba, Le toqué ligeramente en el hombro,

y se volvió, mirándome, pero sin verme. Pude comprobar el por qué, en el fondo de sus ojos vidriosos

se estaba desarrollando una batalla tremenda, .Había angustia y una gran desesperación, yo me asuste

y le pregunté que le sucedía y me contesto con una voz tenue que quién era yo, para interesarme

por sus problemas, le conteste que una posible amiga, la cual, alomejor, podría ayudarle en sus cosas.

Volvió a mirarme, esta vez con más concentracioón, y me contó lo siguiente:

Venia en un barco de vela y cuando ya estaba llegando a la costa, se levanto un aire muy fuerte

era como un tornado, que lo envolvió y arrastro hacia el fondo del mar.

Lo curioso del caso, es que no se ahogo, sino que quedó como en un nirvana, flotando entre aguas,

En el barco, acompañándole, venia una hermana pequeña a la que no había visto lo que le pasaba,

pero cuando fue arrastrado hacia el fondo, percibió como su pequeña hermana, se hundía en las frías aguas.

Intentó cogerla con sus manos, pero no sabía por qué, no se movía.

Al cabo de un rato, notó como emergía de las aguas y las olas le llevaban hasta la orilla.

Su desesperación venía de no saber donde estaba la pequeña, quizás, si el no se había ahogado,

ella tampoco en aquél momento salía la luna llena, y al amparo de su luz, nos pusimos los dos a buscar a la niña.

Yo la verdad, no tenía muchas esperanzas, pero el chico decía: la Luna es mi amiga, seguro que la salvo ella.

Al cabo de un rato, encontramos a la niña agarrada a unas rocas, pero viva.

Una vez más, nuestra Luna amiga, nos había favorecido con un guiño suyo.




pILAR