lunes, 31 de octubre de 2011

LUNA DE NOVIEMBRE


LUNA DE NOVIEMBRE

La Luna hoy se ha puesto un velo, es Luna de Noviembre y seguramente se ha vuelto recatada.
Las mujeres de mi entorno, van al Campo Santo a honrar a sus seres queridos. Llevan cubiertas sus cabezas por respeto.
La Luna, seguramente lo sabe y por eso se ha puesto un velo, no estaría bien derramar su luz blanca y brillante en un lugar de tantas penas.
La Garza Real que viene a mi playa en las noches de Luna, hoy no ha venido, no tiene espectadores que la vean bailar, contoneándose a la luz de su amiga la Luna, y si estira su altivo cuello, nadie la verá
Tampoco podrá volar rozando la estela que la gran estrella blanca deja en el agua.
Hoy está todo oscuro, como las almas.


Pilar

viernes, 14 de octubre de 2011

CAMINANDO SOBRE LAS NUBES


CAMINANDO SOBRE LAS NUBES


Subí encima de las nubes y esperaba encontrarme con un terreno blando y suave, y cuál sería mi sorpresa, al encontrarme un suelo pedregoso, de cantos rodados.
Pensé que todo sería blanco, impoluto, pero no, había zonas oscuras y tenebrosas, me dio un poco de miedo pero me dije a mi misma, que ya que había tenido la valentía de subir hasta allí, no podía rajarme ahora.
Tuve que calzarme, para no dañar mis pies con las piedras, pues no sabía cuán largo sería el camino que tenía que recorrer, tampoco sabía que es lo que me encontraría en él o al final, si es que había final, todo era un misterio.
Miré a mí alrededor y vi un camino que se iniciaba justo delante de mí y comencé mi andadura. Era un camino extraño, sin vegetación aunque había unas protuberancias redondas que al darles el sol, parecía que tenían luz propia.
En realidad no sabía que es lo que iba buscando, cualquier cosa me servía, aunque me resultaba un poco tedioso el camino, siempre igual.
De repente, apareció un ser extraño, parecía un gato de angora, era blanco, pero cuando me fui acercando, descubrí que al lado de los ojos, tenía como dos rayas abultadas que le daba un aspecto siniestro. No sabía si se me lanzaría y me quedé inmóvil, el corazón me latía con fuerza, pues no sabía cuál sería mi reacción, de momento no cometí ningún alarde ¡por si acaso!.
Al cabo de un rato, el dichoso animal, se aburrió de dar vuelta a mí alrededor y se fue mirándome despectivamente, ni que decir tiene, que yo respiré, ante la ausencia del dichoso animal.
Seguí caminando despacio, ya no las tenía todas conmigo, cuando de repente, el camino se fue iluminando de una luz dorada, era precioso el espectáculo, no sabía a qué se debía pero mirando hacia el horizonte, vi como empezaba a salir el sol y a eso se debía el color dorado de las nubes, ese color, se fue convirtiendo en rojo, era impresionante verse metida en él, y al final acabó en un color brillante y cegador, el Sol estaba ya en su apogeo.
Decidí dar la vuelta pues el calor era cada vez más asfixiante y no quería quemarme, en vista de lo cual, deshice el camino andado y salí de la nube, no me digáis cómo, no lo sé, solo sé que me encontré de vuelta a mi cama de donde había salido.
Ni que decir tiene, que no le conté a nadie mi aventura, supongo que hubiesen pensado de mi que estaba un poco loca, pero no me importa, fue precioso aunque alomejor solo fue en mi imaginación.


Pilar